El Correo entrevista a XI Mandamiento

Extraido de «El Correo» (Digital) por Oscar Cubillo

El trío bilbaíno descuella en el submundo punk gracias a un estilo que huye «del discurso fácil y del victimismo sin más»
Hay grupos de los que mejor es alejarse como de la peste… porcina. Por razones éticas y estéticas. Sin embargo, hasta entre las tribus más dadas al pesimismo existencial y el nihilismo mugriento florecen proyectos aprovechables. ¡E incluso emocionantes! Es el caso de nuestros protagonistas de hoy, que a pesar de su agresividad social, su opción por la lucha de clases y su anticlericalismo a bocajarro, pueden provocar gozo. Carlos, bajista y vocalista, nos cuenta que «nos juntamos ante la necesidad de sacar fuera toda la mala leche juvenil de entonces. Hace ya 10 años desde entonces. Ahora tenemos entre 30 y 32 tacos. Estamos en la flor de la vida, vamos».
Una de las pistas a su favor es la nominal, pues no se bautizaron como Onceavo Mandamiento. «El nombre lo elegimos para hacer honor al inconformismo contra lo establecido. ¿Que son diez los famosos mandamientos? Pues toma, aquí va otro más de postre. Y así somos con todo. Nos encanta molestar».
Lo más bonito
Sus tres miembros se han fogueado en el punk rock. «El batera tocó en Mundo Rural y Defecto De Fábrica y el guitarra y yo siempre hemos estado en Undécimo», dice Carlos. Le comentamos que poseen encanto, le preguntamos si son más punks o más roqueros, y responde: «Mitad y mitad. Podemos pasar de un lado a otro con facilidad porque las dos sustancias nos gustan. Nos va la caña, pero no renunciamos a la melodía. Siempre ha sido así. ¿Y dices encanto? Joder… es lo más bonito que nos han dicho nunca».
Al hablar de influencias, asegura el portavoz: «Aquí hay de todo porque a los tres nos gustan cosas muy diferentes. Pero para que te hagas una idea y nos entendamos, si metemos en una coctelera a grupos como La Polla Records, M.C.D., Barricada, Ramones, Bad Religion, Cicatriz, GBH, Rancid y Motorhead, y salvamos las diferencias, pues a lo mejor sale algo que se parece». Pues no exagera: en su nuevo opus, ‘Más fuego’ (DDT), producido por el profesional y metálico Carlos Kreator, se rastraen referencias de Segismundo Toxicómano, Parabellum, Eskorbuto, Censurados, Rockaína y también de los orgullosamente mentados Rancid y Barricada.
Carlos presenta el álbum a nuestra afición: «Pues estamos contentísimos con ‘Más fuego’. Parece que siempre el último trabajo es el mejor, pero es que es así. Ha sido la primera vez que sabíamos cómo se jugaba a esto, y se nota. Lo grabamos con los deberes bien preparados y de esta manera se ha podido emplear más tiempo en resolverlo todo mejor. El disco suena cañón, la batería llega potente, hemos grabado los medios del bajo con distorsión y la parte grave limpia por ideas de Kreator, los voces se han currado más que nunca, las guitarras ofrecen el sonido que buscábamos, disponíamos de mejor backline… Todo ha sido más fluido y el resultado es nuestro mejor disco con diferencia. ¿Será por la edad?… ¡¡Yo qué sé!», se pregunta solo.
Por títulos tipo ‘Balas perdidas’, ‘Sanguijuelas’, ‘Prisión vil’ o ‘1000 demonios’ se barrunta que los textos son rabiosos y malencarados. Y conviene Carlos: «Sí. La rabia que no falte, que para eso hacemos punk-rock. Intentamos no ser pesados con las letras, salir del discurso fácil y del victimismo sin más. Buscamos dar una visión personal, pero guiñando un ojo al que escucha, con complicidad y con sarcasmo». Y sobre sus bolos, comenta: «Solemos tocar una hora y nos gusta sonar muy alto, o sea que no te acerques demasiado. Siempre lo damos todo en directo estemos donde estemos y ante mucha o poca gente».
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